Investigan la muerte de un científico español que manipuló «miles de muestras no autorizadas»

La Universidad de Barcelona investiga la muerte de un científico con síntomas compatibles con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.

La Universidad de Barcelona lleva tres meses investigando cómo llegaron unas muestras «no autorizadas» a un congelador de un laboratorio de la entidad, con las que presuntamente trabajó un científico que murió en 2022.

Según ha avanzado El País este jueves, el investigador estuvo en contacto con «miles de muestras no autorizadas» que se localizaron en un laboratorio de la universidad y que carecían de registro de entrada, y el científico desarrolló síntomas compatibles con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, falleciendo finalmente el año pasado.

Fuentes de la Universidad de Barcelona han afirmado que tienen abierta una investigación desde julio de 2023 para esclarecer el origen de esas muestras, e insisten en que el laboratorio en el que se hallaron estaba siendo utilizado por investigadores del Institut d’Investigació Biomèdica de Bellvitge (Idibell) y del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER).

Las muestras, afirman, «no tendrían que haber estado en ese laboratorio porque no estaba preparado para manejar ese tipo de muestras biológicas«. Las miasmas fuentes señalan que dichas muestras ya no se encuentran en sus instalaciones y que en marzo fueron enviadas a la universidad del País Vasco para determinar si eran contagiosas. El estudio concluyó que «sí que tenían priones -proteínas infecciosas- positivos», es decir, sí eran contagiosas.

Laboratorio clausurado

Por su parte, el centro donde trabajaba el científico fallecido, el IDIBELL de Bellvitge (Barcelona), ha asegurado que en su día se abrió una investigación, se clausuró el laboratorio y se identificó a los trabajadores del mismo, ofreciéndoles pruebas médicas y de apoyo psicológico.

En un comunicado, la institución confirma que hace poco más de un año perdieron «a un querido miembro» de su comunidad científica «experto en enfermedades neurodegenerativas a causa de una posible afección priónica», en alusión a la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. El investigador era un joven bioquímico que estaba contratado por el CIBER-Instituto de Salud Carlos III, mantenía una vinculación con el IDIBELL y trabajaba en un laboratorio de la Universidad de Barcelona.

IDIBELL ha precisado en el comunicado que sus responsables fueron informados «por el jefe del laboratorio que se habían encontrado muestras potencialmente peligrosas almacenadas en congeladores de esta instalación» y que esta situación «fue abordada inmediatamente y con la debida diligencia por parte de la UB, titular de los espacios, el CIBER, con quien (el investigador) tenía el contrato laboral, y el IDIBELL, como investigador afiliado».

Las muestras, que también pertenecían a animales, estaban en un cajón reservado para el grupo del científico fallecido, sin registro de entrada, ha precisado el diario El País. Las tres entidades iniciaron una investigación que aún no ha finalizado, con el objetivo de «obtener una comprensión completa de los hechos».

La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es un trastorno cerebral degenerativo y poco frecuente, raramente transmisible y que afecta aproximadamente a una persona de cada millón por año en todo el mundo.